El dosificador está controlado por un circuito digital con sensor infrarrojo y funciona con baterías.
Posee una elevada sensibilidad, es estable y duradero, además de protegido contra interferencias.
El dosificador dispensa automáticamente gracias al sensor infrarrojo, lo que evita el contacto
manual y la infección cruzada. De bajo consumo, las baterías le proporcionan gran autonomía de
funcionamiento. Es la opción ideal para hoteles y restaurantes, incluso para el hogar.